Paleodieta

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Redescubriendo Nuestros Orígenes Nutricionales: La Transformación Personal a Través de la Paleodieta

En nuestra constante búsqueda por evolucionar y mejorar, a veces la respuesta reside en mirar hacia atrás, hacia las raíces de nuestra existencia. Comprender quiénes somos y de dónde venimos es esencial para trazar el camino hacia dónde queremos ir. En este contexto, la alimentación juega un papel crucial, siendo la Paleodieta un testimonio poderoso de cómo el pasado puede iluminar el futuro de nuestro bienestar.

comida ancestral

La Paleodieta: Más Que Una Tendencia Pasajera

Contrario a las modas efímeras que inundan el mundo de la nutrición, la Paleodieta se sustenta en principios sólidos y evidencias históricas. Walter L. Voegtlin, un visionario médico gastroenterólogo, introdujo esta filosofía nutricional en 1975 a través de su obra «The Stone Age Diet». Su enfoque, derivado de décadas tratando afecciones como la colitis, enfermedad de Crohn, síndrome del intestino irritado e indigestión, revoluciona la manera en que entendemos la alimentación y su impacto en nuestra salud.

Un Verano de Descubrimiento y Transformación

Este verano decidí sumergirme de lleno en el mundo de la Paleodieta, motivado por las numerosas referencias y testimonios de sus beneficios. A través de la lectura de obras clave como “La Paleo Dieta” de Robb Wolf y “Paleodieta para deportistas” de Loren Cordain y Joe Friel, mi perspectiva cambió radicalmente. Lo que descubrí no solo resonó con mi lógica interna, sino que también reflejó la alimentación intuitiva que siempre había buscado.

El Paleolítico: Una Era Definitoria

El Paleolítico, ese vasto periodo que abarca el 99% de nuestra evolución humana, sentó las bases de nuestra existencia. Durante esta era, nuestros ancestros vivían como cazadores-recolectores nómadas, adaptándose al entorno y consumiendo lo que la naturaleza ofrecía. Este estilo de vida, marcado por la variedad y la naturalidad en la alimentación, contrasta profundamente con el modelo surgido tras la revolución neolítica, caracterizado por la agricultura, la ganadería y la introducción de alimentos que transformarían radicalmente nuestra dieta y, con ella, nuestra salud.

La Transición Neolítica: Un Punto de Inflexión Nutricional

La adopción de la agricultura y la domesticación de animales no solo alteró nuestra forma de vida sino que también introdujo en nuestra dieta alimentos como cereales, legumbres, lácteos y azúcares refinados. Esta transición, aunque innovadora, trajo consigo desafíos para un organismo adaptado durante millones de años a un tipo de alimentación radicalmente diferente.

Paleo vs. Neolítico: Un Análisis Nutricional

La distinción entre los alimentos consumidos en el Paleolítico —carne magra, pescado, huevos, frutas, verduras y frutos secos— y aquellos adoptados posteriormente —cereales, legumbres, lácteos, azúcar y sal— es fundamental para comprender la base de la Paleodieta. Esta no es una cuestión de moda sino de volver a lo básico, a lo que nuestro genoma ha estado adaptado durante la mayor parte de nuestra historia evolutiva.

Experiencia Personal: Un Testimonio de Cambio

Desde mi transición a la Paleodieta, los resultados han sido notables. En solo 19 días, no solo perdí peso y reduje mi cintura, sino que experimenté un aumento significativo en mi vitalidad. Los antojos entre comidas desaparecieron, me siento saciado por más tiempo y mi rendimiento físico ha mejorado. Estos cambios no solo reflejan una pérdida de grasa corporal sino un incremento en mi masa muscular, evidenciando la eficacia de la Paleodieta en la optimización de la composición corporal y el bienestar general.

Conclusión: Mirar Hacia Atrás Para Avanzar

La Paleodieta no es simplemente una forma de comer; es una invitación a reconectar con nuestra esencia nutricional, aquella forjada a lo largo de millones de años de evolución. Al adoptar esta dieta, no solo honramos nuestra historia sino que también abrazamos un futuro de salud y bienestar. Para aquellos dispuestos a explorar los fundamentos lógicos y beneficios de esta alimentación, la Paleodieta ofrece un camino prometedor hacia la transformación personal y física. En cambio, para los escépticos, la elección permanece abierta. Sin embargo, una cosa es clara: en la historia de nuestra alimentación y sus efectos en nuestra salud, volver a nuestras raíces puede ser la clave para evolucionar hacia el mejor estado de bienestar posible.

 

Podría extenderme mucho en este artículo pero hoy no voy a escribir un libro para intentar desacreditar a los detractores de este tipo de alimentación. El que quiera y vea lógico sus fundamentos que la prueba y el que no que siga comiendo cereales, azúcar, sal, legumbres y lácteos.

 

Yo puedo hablar desde mi experiencia, en 19 días que llevo comiendo así  he perdido solo 1 kilo, pero 3 cm de cintura y me siento con mucha vitalidad, ya han desaparecido las ganas de picar algo entre horas, después de comer me siento lleno hasta la siguiente comida, sin problema y a la hora de entrenar me siento más fuerte, más adelante ya evaluaré si he tenido ganancia de fuerza o resistencia, pero que haya perdido un kilo y 3cm de cintura indica que tengo más músculo que antes y menos índice de grasa corporal.

 

Saludos a todos y que tengan un buen entreno!!

 

Oriol Peña

 

 

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